viernes, 4 de noviembre de 2016

Lycoris Radiata (Lily Spider)






L. radiata (nativa de China y Japón  En Japón  se llama vulgarmente como “Flor del Infierno” en relación a una leyenda antigua en que las flores de color grana representan el sangre de los muertos.

Hasta el día de hoy, la Lycoris radiata es asociada con la pérdida, el abandono y los recuerdos en el idioma de las flores. Se dice que si conoces a una persona que nunca volverás a ver, en tu camino crecerán estas flores.
Otra leyenda sobre esta flor cuenta que, cada vez que un amor termina, una lycoris radiata crecerá en alguna parte, probando que, aunque el amor existió, ya está olvidado y ha cesado de existir, dejando por el camino bonitos recuerdos.
En China se dice que hay existe un río en el submundo que separa éste del mundo de los vivos. Cuando un muerto cruza el río para legar al submundo, todos sus recuerdos del pasado desaparecen. Estas flores crecen en la orilla del río para traer una última vez todos esos recuerdos hermosos y agradables a los muertos con su aroma.


 Leyendas de Lycoris radiata


Cuenta que un joven monje budista, dedicado al estudio y la meditación, vio cierta vez en el templo a una joven de mirada dulce que iba de visita una vez cada año para orar honrando a Buda, y quedó enamorado de ella.

Cuando la joven se iba del templo se comenzó una lluvia torrencial que la hizo refugiarse debajo de un árbol, mientras que el monje la miraba desde el templo.

Pasó la lluvia y la chica se fué, pero el joven se quedo pensativo, ya que no podía olvidar a la bella muchacha. Tres meses y diez días antes que la joven volviera al templo, el monje enfermó gravemente de tanto amor, antes de morir cuentan que de su boca salió sangre. Fue enterrado en un lugar soleado de la colina cerca del templo.

El siguiente otoño, cuando las primeras lluvias, apareció sobre su tumba una flor roja, que representaba la sangre del monje. Es así que en los alrededores de los templos budistas prospera esta flor alentada por las lluvias y el sol de otoño.


Es una creencia popular que en Corea, quien cultiva esta flor en su jardín, no será afortunado en amores, ya que ella representa el amor imposible o el amor no correspondido.

Según otra leyenda, el alma se separa del cuerpo sin saber que esta persona haya muerto hasta el ángel del muerto viene para llevar el alma de vagar al tribunal de juicio. Entonces, el alma tendrá que pasar el Camino del Infierno llena de la Flor de Infierno. Esas flores dan al alma la última oportunidad de ver todas las memorias de su vida pasada, hasta el Camino del Infierno llega al
Arroyo Amarillo. En esto punto, el ángel  deja el alma a la Señora Mangpo que manda el alma a tomar el agua amarga del Arroyo Amarillo. Después de tomar el agua del Arroyo Amarillo, el alma se olvida todas cosas de su vida pasada y está listo de cruzar el otro lado del arroyo. Por eso, la Flor de Infierno también se conocida como “Flor de la Otra Orilla”. Al llegar a la otra orilla del Arroyo Amarillo, el alma tendrá que continuar el viaje al tribunal de juicio donde recibe el juicio final según todos que hizo en su vida pasada. Cambien  el juicio se determine la vida próxima del alma. En Japón  el tiempo que L. radiata florece coincida con la “Fiesta de los Antepasados” 
Otras leyendas dicen que cuando ves a alguien que puede que nunca vuelvas a ver, estas flores, también conocidos como lirios de araña roja, florecerán a lo largo del camino. Quizás a causa de estas leyendas tristes, los japoneses utilizan a menudo estas flores en los funerales.

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